jueves, 25 de agosto de 2011

Nochebuena

A CORRER, se nos hizo tarde, no sonó el despertador y nos levantamos tardísimo, teníamos que ir con mi mamá para ayudarle con algunos preparativos de la cena de navidad, después ir con mi suegra para llevarla a comprar unas cosas y finalmente con unos amigos que se estaban cambiando de casa y quedamos en ayudarles con la mudanza.

Habíamos perdido la mitad de la mañana mientras estábamos en los brazos de Morfeo.

Corríamos de un lugar a otro dentro del departamento, nos atropellábamos con frecuencia en el ir y venir. Me metí a bañar y el agua caliente se acabo casi al instante en que empezó a salir.

Grite para que mi marido prendiera el calentador, me bañe como pude, con agua fría y salí en menos de 3 minutos de la regadera.

Se metió a bañar él, igual que yo, no conto con agua caliente, el tiempo se iba y teníamos que apurarnos.

Entre quejas y malas palabras por el frio, nos vestimos y salimos de casa, no había mucho tráfico, al parecer ya a todos se les había olvidado que un día antes teníamos que haber muerto todos.

Llegamos a casa de mamá, nos recibió con una sonrisa, subimos y empezamos con los preparativos. Yo le ayudaba con los arreglos de la casa, mi marido envolvía los regalos que faltaban.

Mi hermano brillaba por su ausencia porque se había ido con la novia y mi mamá gruñía porque el niño nunca ayudaba, el cuento de nunca acabar.

Hicimos limpieza profunda de casa, lavamos las copas y la vajilla elegante, revisamos los adornos y las luces del árbol.

Dejamos la casa impecable y salimos corriendo rumbo a casa de mi suegra. Cuando llegamos nos recibió con un abrazo y nos pregunto cómo nos fue con el temblor.

Nosotros ni nos enteramos de un temblor, pero de camino de casa de mi mamá a casa de mi suegra hubo una pequeña sacudida que por estar en el coche no sentimos.

No fue gran cosa, se siento fuerte en los edificios altos pero no provoco nada grave. Nos fuimos de compras con ella y regresamos en la tarde para dejarla en su casa e ir con nuestros amigos y ayudarles a terminar con la mudanza.

Cuando llegamos con ellos nos recibieron con cara de asombro y nos preguntaron cómo veíamos. ¿Cómo veíamos qué?

Entramos a la casa y nos llevaron a la sala donde tenían la televisión prendida. Al parecer, por lo que decían en las noticias el 21 de diciembre no había sido tan aburrido como habíamos creído.

Las placas tectónicas se habían comenzado a mover en la tarde de aquel día, movimientos muy ligeros que no fueron detectados hasta que aumentaron su frecuencia y su intensidad.

Esto había empezado a provocar sismos suaves pero frecuentes en gran parte del mundo, se registro también un aumento leve en las mareas pero nada significativo.

A pesar de que aquellos incidentes no habían provocado accidentes o desastres, se comenzaba a respirar preocupación entre la gente.
¿Estaría comenzando algo?, ¿Realmente había algo por lo que preocuparse? Nadie sabía con certeza, nadie decía nada.

El 23 de diciembre comenzó como cualquier otro día a no ser por el frio intenso que se sentía, habíamos tenido temperaturas más bien templadas pero al parecer los vientos del norte que nos habían advertido que llegarían a enfriarnos, habían llegado más fuerte de lo que creíamos.

Nos vestimos cubriéndonos con ropa térmica y chamarras, decidimos quedarnos en casa para no tentar a las gripes y enfermedades virales que se desatan con el frio.

Limpiamos el departamento, desayunamos, pusimos a lavar ropa sucia y finalmente terminamos nuestros quehaceres domésticos tirados en la cama, tapados hasta la barbilla, temblando de frio y viendo una película.

Al terminar la película, navegamos por la infinidad de canales que te ofrece la televisión de paga, vimos un documental sobre la reproducción de las esporas, después el reino del suricato, el encantador de perros, detectives médicos y finalmente llegamos a lo inevitable, los programas de deportes.

Todo el resumen de la NFL, las estadísticas, los comentarios, los pronósticos para el ganador del super bowl, la critica a los mariscales de campo, las lesiones más espectaculares de la temporada y la última noticia, se suspendían los juegos de la semana por las fuertes nevadas en estados unidos.

Siempre nevaba en muchos de los estados que recibían equipos visitantes para realizar los juegos, y si se llegaba a suspender algún juego regularmente era ya en el momento porque las tormentas de nieve podían perjudicar a los jugadores, pero
cancelar todos los juegos del fin de semana y la semana siguiente por anticipado, eso no lo había visto al menos yo desde que sigo ese deporte.

¿Pues qué paso? Nos preguntamos y cambiamos de canal como desesperados buscando noticieros pero por la hora no encontramos nada.

Nos dormimos un rato y cuando despertamos volvimos a la búsqueda. Encontramos un noticiero local. Efectivamente gran parte del territorio de Estados Unidos se veía afectado por la nieve, como había paso a principios del 2011.

Las imágenes que veíamos parecían de película, calles enteras enterradas bajo nieve, más de un metro de profundidad en las grandes ciudades como Washington y Nueva York. Canadá también presentaba las temperaturas más bajas registradas en los últimos 50 años.

Se le había prohibido a la gente salir de sus casas ya que el factor de congelación se consideraba como amenaza a la salud de las personas.

En Europa también se presentaban cambios climáticos importantes. Lo que había sido la URSS era una mancha blanca en la imagen tomada por el satélite.

España, Francia e Inglaterra reportaban capas de nieve que casi llegaban al metro y medio de altura.

En el norte del país, comenzaba a nevar. Sonora, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León presentaban nevadas sin precedente.

El norte que había entrado estaba con todo, dispuesto a congelar al que se dejara.
Al día siguiente el frio disminuyo un poco, al menos ya era tolerable como salir de casa. Con los arreglos de última hora se nos fue casi toda la mañana.

Mi marido, frustrado por la suspensión de los juegos de futbol americano, prendió de nuevo las noticias esperando a que las nevadas hubieran disminuido y que al menos le dieran la esperanza de que los juegos de la siguiente semana si se llevarían a cabo.
Pero cuando comenzó la transmisión nos quedo claro que eso no iba a ocurrir. Estados Unidos y Algunos países de Europa habían declarado estado de alarma debido a la nieve.

Las tormentas cubrían autos completos. Había mucha gente atrapada en sus casas ya que en la noche la nieve había aumentado y dejaba tapiadas las puertas y ventanas de muchas viviendas.

Canadá no se quedo atrás. También se declaro en estado de emergencia, las bajas temperaturas no solo no permitían que las personas salieran de sus casas sino que comenzaban a congelar tuberías de agua y de gas y los motores de muchas calefacciones caseras.

Japón recibió la Noche Buena con un terremoto que daños la estructura que cubría la planta nuclear que en el 2011 sufrió grandes desperfectos en el tsunami del 2011, asi que la alerta nuclear se reactivo al menos en lo que evaluaban los daños
provocados por el nuevo sismo.

Australia seguía recibiendo lluvias que parecían no tener fin y que provocaban el desborde de los ríos y afectaban gran número de poblaciones.

Muy al contrario de lo que pasaba en Arica, Brasil y Argentina. Nigeria, Egipto, Kenya, Namibia, Rio de Janeiro, Porto Velho, Porte Alegre, Córdoba, Buenos Aires y San Carlos de Bariloche atravesaban una de las peores sequias y los incendios comenzaban por todos lados. Con poco agua, nula posibilidad de lluvia y el ambiente seco, el fuego se extendía a velocidades impactantes.

Apagamos la televisión, demasiadas malas noticias para ser Nochebuena. Nos arreglamos y fuimos a casa de mi mamá para cenar con la familia.

Todos llegaron puntuales, entre primos, tíos anexos y la abuela pasamos una noche divertida, llena de sorpresas, de regalos y de buenos deseos.

Ahora a dormir que si no, no llega Santa Claus

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